Wadi Rum
Uno de los grandes atractivos de Jordania es poder visitar su desierto: Wadi Rum. Se trata de uno de los paisajes desérticos más bellos de Arabia, formado por laberintos de rocas monolíticas y espacios inabarcables sin vida.
La belleza general de este paraje se ve interrumpida por paisajes díficiles de creer como el Valle de la Luna, un espacio conformado por profundos cañones, pozos de agua e imágenes talladas por antiguas civilizaciones en sus rocas. En 2011, la UNESCO declarada este área protegida Patrimonio de la Humanidad.
La visita al Wadi Rum debe incluir dos momentos especiales que se dan cada día en el desierto: el amanecer y el atardecer. En esos momentos, las dunas del desierto y las montañas van cambiando de color según la intensidad y el ángulo del sol, creando un espectáculo y una experiencia única para cada visitante.
Además, la excursión al desierto permite al turista conocer de primera mano el pueblo beduino, el mismo que ayudó a T.E. Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, a liberar a los pueblos de Oriente Medio del dominio del Imperio Otomano en la Revolución Árabe que tuvo lugar a principios del siglo XX. Precisamente, un beduino conducirá el 4x4 que le llevará por las dunas del desierto o también puede optar por recorrer el desierto subido a la grupa de un camello. En cualquiera de los dos casos, una experiencia única que le permitirá recorrer este paisaje lunar sin igual en el mundo entero.