Viajes a Jordania
Jordania ofrece al viajero un sinfín de posibilidades para descubrir, explorar, dejar volar la imaginación y disfrutar. A pesar de ser uno de los países árabes más pequeños, el Reino Hachemita de Jordania alberga algunos de los tesoros históricos más maravillosos de la Tierra que se remontan a los tiempos bíblicos.
La capital de Jordania, Ammán, sorprende al viajero por sus contrastes. Su situación estratégica ya es muestra de ello, entre el fértil valle del Jordán y el desierto; pero también la modernidad de sus edificaciones y la historia que, gracias a las importantes ruinas, se encuentran en la ciudad.
La ruta por la Historia continúa en Madaba, ciudad que conserva la iglesia de San Jorge, donde se puede admirar un grandioso mosaico en el que se representan los territorios bíblicos; y después sigue en el Monte Nebo, desde el que se cree que Moisés divisó la tierra prometida.
Las ruinas de la ciudad de Jerash y el cercano Castillo de Ajlun se abren paso entre las maravillas arqueológicas que se pueden visitar durante el viaje de turismo a Jordania, y son el preámbulo perfecto para sorprenderse con la que es, sin duda, la gran atracción turística de Jordania: Petra.
La ciudad de Petra, antigua capital del imperio nabateo, es uno de los complejos arqueológicos más extraordinarios de la Tierra. Excavada en las rocas, esta ciudad perdida conserva más de 800 restos arqueológicos que le han valido ser declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Patrimonio de la Humanidad es también el desierto de Wadi Rum, un paisaje inabarcable para la vista que fue testigo del rodaje, entre otros, de la película Lawrence de Arabia. El desierto de Wadi Rum se puede recorrer en pocas horas en un vehículo 4x4 con la ayuda de una guía-conductor o subido a la grupa de un camello.
Las atracciones de Jordania no terminan aquí. Si sus ganas de viajar por la Historia se han ido incrementando, los Castillos del Desierto serán la alternativa perfecta para conocer cómo era la vida en el desierto. Y si, por el contrario, lo que desea es relajarse y descansar, puede optar por dirigirse a Aqaba, la única ciudad jordana con salida al Mar Rojo, que cuenta con unas magníficas playas; o al Mar Muerto, donde podrá disfrutar de las propiedades terapéuticas de las aguas de este lago salado a más de 400 metros por debajo del nivel del mar.