Tirol, Austria alpina

El Tirol, Austria, es una de las regiones naturales más impresionantes de toda Europa. Los bosques, las montañas con cimas blancas y los pintorescos pueblecitos en las laderas de los Alpes forman un paisaje encantador que le transportará hasta un lugar donde el tiempo parece detenerse.

Innsbruck es la ciudad más importante del Tirol, y de hecho, su capital. En esta ciudad se mezcla el esplendor imperial de Austria con los paisajes y las tradiciones tirolesas. Su centro urbano, plagado de preciosos monumentos, es una de las maravillas que ver en el Tirol.

Otro de los lugares que no puede perderse del Tirol es el Palacio de Herremchiemsse, construido por Luis II de Baviera. Este impresionante palacio pretendía ser una copia idéntica de Versalles, aunque nunca se llegó a terminar. Aun así, sus jardines poco tienen que envidiar a los de su hermano francés. Pasear por ellos, respirar el limpio viento alpino, sentir su caricia y disfrutar de las vistas del paisaje tirolés es una experiencia inolvidable.

A medida que recorre el Tirol, Austria, podrá ir comprobando como las montañas y los bosques van fundiendo distintos tonos de verde y azul y crean una gama cromática espectacular. Si a eso le suma los valles y los ríos –sobre todo el Inn- que encontrará por toda la región, tendrá una de las comarcas más espectaculares del Viejo Continente.

Los pueblecitos del Tirol son uno de los grandes atractivos de esta encantadora región y visita obligada para los viajeros, que se deleitan con su encanto pintoresco. Rattemberg, por ejemplo, es una localidad medieval de gran importancia en el Tirol. En sus callejuelas aún se puede respirar la esencia de un centro artesanal de gran importancia. Destaca, por ejemplo, la fabricación de vidrio –de hecho, la archiconocida marca Swarovski nació por estos lares-.

No se pierda tampoco Kitzbuhel, un elegante pueblo de veraneo en el que, en otros tiempos, la más pudiente nobleza austriaca pasaba sus vacaciones. Disfrute del impresionante ambiente imperial que reina en este pueblo. Destaca también Sant Hohann, donde aún quedan las típicas casitas alpinas de madera, con preciosas fachadas que parecen estar hechas para enamorar.

En cualquiera de estos pueblos de la región del Tirol, Austria, podrá disfrutar del acogedor carácter de sus gentes e, incluso, de sus trajes tradicionales, sus bailes y, por supuesto, sus famosos cantos, que siguen resonando entre los valles de los Alpes.