Ottawa, Canadá
Ottawa, Canadá, es una de las ciudades con más vida del país norteamericano y, de hecho, es la capital de la Confederación Canadiense. Ottawa es una urbe repleta de lugares en las que se puede sentir la vida política de esa nación, ya que alberga las instituciones gubernamentales más importantes.
Sin duda alguna, una visita obligada es el Parlamento, probablemente el monumento más conocido de la ciudad. Se trata de un edificio del siglo XIX en el que sobresale la Torre de la Paz, una atalaya, que compone su cuerpo central y que alcanza los 93 metros de altura. Se permite el acceso a su cúspide y es recomendable subir si se quiere disfrutar de una de las panorámicas más espectaculares de la ciudad.
Así mismo es recomendable visitar el interior del edificio, visita en la que se incluye la Cámara de los Comunes, la cámara baja del país. Un precioso hemiciclo que es el centro de la vida política de Canadá.
No tendrá que alejarse más que unos pasos del Parlamento de Ottawa, Canadá, para descubrir otro de los monumentos más interesantes de la capital, la Centennial Flame, la Llama del Centenario. Se trata de un fuego que simboliza la Confederación Canadiense. Fue inaugurada en 1967, coincidiendo, como bien indica su nombre, con el centenario de la fundación del país. Se trata, por tanto, de uno de los lugares más patrióticos que se puede encontrar en el país.
En la plaza de la Confederación, no muy lejos de la Centennial Flame se encuentra otro de los monumentos patrióticos del país. Se trata del Memorial Nacional, un recuerdo a los caidos durante la I Guerra Mundial y que ha acabado por convertirse en uno de los lugares habituales de reunión para los habitantes de la ciudad canadiense.
En Ottawa, Canadá, también destacan los museos. Entre los más importantes cabe mencionar el Museo de las Civilizaciones, que contiene repasos por la historia de los distintos pueblos del mundo, no solo de Canadá. También es destacable el Centro Nacional de las Artes, un colosal edificio brutalista donde continuamente se hacen representaciones y conciertos.
Otro de los lugares a los que podrá dirigirse de Ottawa es la Iglesia de Notre Dame, una de las catedrales más importantes del país, no solo por su significado arquitectónico, sino también espiritual. Se trata de un templo neogótico en el que destacan las vidrieras, que dejan pasar una luz mágica que hace deslumbrar el interior de la iglesia.
La Corte Suprema es otro de los edificios más bellos de Ottawa, Se trata de, probablemente, el mejor ejemplo de art decó en todo el país. En su fachada, además, podrá disfrutar de las estatuas cargadas de simbolismo que ornamentan el edificio.
Para conocer la “zona noble” de Ottawa, Canadá, tendrá que ir hasta Sussex Drive, la calle donde se concentran las grandes mansiones y las embajadas de los países representados en Canadá. También se encuentra en esta vía la residencia del Primer Ministro de Canadá, una de las casas más conocidas de toda la zona, situada en el número 24.
Justo al lado de Sussex Drive se encuentra el Canal Rideau, un canal artificial que llega a superar los 200 kilómetros de longitud y que en el momento de su construcción, en el siglo XIX, permitía la navegación de los barcos de vapor. Hoy en día, esta obra de la ingeniería está declarada Patrimonio de la Humanidad. Como curiosidad, valga decir que al llegar el invierno y congelarse el agua, se convierte en la pista de patinaje sobre hielo más grande del mundo, y no es extraño que la gente de Ottawa acuda hasta este canal para disfrutar de un deporte típicamente canadiense.
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