Delft, Holanda, Ciudad de reyes

Delft, Holanda, es una de las ciudades que merece la pena visitar en los Países Bajos. Su vinculación con la realeza neerlandesa ha ido evolucionando esta urbe, que tiene en sus calles interesantes y pintorescos monumentos.

Grote Markt es el punto de inicio para comenzar a visitar esta ciudad holandesa. La Plaza del Mercado, su traducción en neerlandés, contiene alguno de los edificios históricos más importantes que podrá visitar en esta ciudad, pero sin duda, su atención se centrará en la estatua que se levanta en el centro de la plaza y que representa a Hugo Grotius, un intelectual del siglo XVII, natural de Delft.

El Ayuntamiento es uno de los edificios más relevantes de Grote Markt. Su fachada atrae las miradas de los viajeros que acuden hasta esta ciudad holandesa. Su simetría y sus proporciones lo convierten en uno de los mejores ejemplos de la arquitectura renacentista en los Países Bajos.

Niewe Kerk es otro de los edificios más destacables de la Grote Markt de Delft, Holanda. En su interior se encuentra un mausoleo que contiene los cuerpos de los reyes holandeses, una tradición que se remonta al enterramiento de Guillermo de Orange, el primer rey moderno de Holanda.

Precisamente, tras los pasos de Guillermo de Orange, podrá visitar Prisenhof. Se trata de un antiguo Palacio Real, el primero de Holanda, que fue utilizado como residencia del monarca holandés durante la independencia del país. El rey holandés fue asesinado en la escalinata del palacio y, aún hoy, se pueden apreciar los agujeros de las balas que acabaron con su vida en las paredes.

En Delft también destaca la Vieja Iglesia, Oude Kerk, que los lugareños apodan cariñosamente “Viejo John”. Su elemento más característico es la Torre del Reloj, que presenta una pequeña inclinación, lo suficiente como para dar a todo el templo un toque característico e inimitable. Además, en su interior podrá encontrar la tumba de Johannes Vermeer, uno de los pintores holandeses más famosos fuera de sus fronteras y nativo de esta ciudad.

Por último, aproveche su estancia en Delft, Holanda, para pasear por los alrededores de Oude Delft, el canal más antiguo y pintoresco de la ciudad. Podrá caminar junto a los edificios y árboles que nacen a orillas del agua y sumergirse en lo más apacible del urbanismo neerlandés.