Rotterdam, Holanda
Al visitar Rotterdam, Holanda, podrá descubrir una de las ciudades más interesantes de Europa, por no decir única. En ningún rincón del continente podrá disfrutar de una ciudad tan vanguardista y moderna como este importante puerto de los Países Bajos. Su destrucción casi total en la Segunda Guerra Mundial permitió reconstruir de nuevo toda la urbe en base a las propuestas arquitectónicas más modernas y atrevidas.
El Puerto de Rotterdam es uno de los lugares más interesantes de la ciudad, si no el que más. Este muelle conecta los ríos Mosa y Rhin con el océano Atlántico y, a lo largo de la historia, ha sido uno de los grandes motores de crecimiento, no solo de la ciudad, también de todo el país.
Pasear por los alrededores del puerto de Rotterdam le permitirá disfrutar de un exquisito ambiente marítimo y el ir y venir de mercancías que abarrotan los diques. De hecho, Rotterdam es el puerto más grande de todo el Viejo Continente.
Sobre el puerto, surcando el Mosa podrá contemplar una de las obras vanguardistas más impresionantes de la ciudad, el puente Erasmo. Esta moderna pasarela de más de 800 metros de longitud destaca por su atalaya de 130 metros que le ha granjeado su apodo: el cisne.
Para disfrutar de una espléndida panorámica de Rotterdam, el puerto y el puente Erasmo, no dude en subirse hasta la Euromast, la torre más alta de la ciudad, que alcanza los 185 metros. Desde lo alto de esta torre podrá contemplar, no solo la ciudad, también el entorno. En los días claros incluso puede llegar a ver La Haya o Amberes. Para los más atrevidos, existe la posibilidad de descender por el exterior de la torre haciendo rappel. Toda una experiencia única.
La esencia vanguardista de la ciudad también se puede ver en los famosos kijk-kubus, las casas cubos. Estas viviendas con atrevidas formas cubicas se comenzaron a construir en los años 80, y desde entonces se han convertido, sin lugar a dudas, en uno de los símbolos más reconocidos de Rotterdam.
Pero Rotterdam, Holanda, tiene también bastantes edificios históricos. Un ejemplo es la Iglesia de San Lorenzo, del siglo XIV y que pasa por ser la estructura más antigua de la ciudad. Este templo gótico destaca por su espectacular carrillón y las puertas de bronce que dan acceso al interior de la iglesia.
Tampoco puede perderse el edificio del ayuntamiento. Aunque está datado a principios del siglo XX, es uno de los más “antiguos” de la ciudad. En su fachada podrá deleitarse con una extensa colección de esculturas alegóricas de espectacular belleza. Por último, la Casa Blanca, es otro de los monumentos más interesantes. Con su peculiar estilo art noveau, sus 43 metros y 10 pisos de altura fue el primer rascacielos del Viejo Continente, toda una revolución en la Europa del siglo XIX que muestra la tradición de Rotterdam por apostar por la arquitectura más atrevida.
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