Cruceros fluviales- Castillos del Rhin
Los cruceros por el Rhin le llevarán a recorrer algunas de las áreas más bonitas de Alemania. A sus paisajes montañosos, con bosques eternos y una vegetación exuberante, se unen los especulares castillos que se alzan con defensores del río, siendo testigos mudos de su majestuoso paso.
Hay pocos placeres como realizar un crucero por el Rhin. Alemania será uno de los países que podrá descubrir y dentro de él, los lindos castillos del Rhin, fortalezas que hacen de vigías a ambas orillas del río.
Sin duda, uno de los lugares más lindos que puede visitar en su trayecto sobre el Rhin es la ‘Roca Lorelei’ también llamada ‘Sirena del Rhin’. Se trata de un imponente acantilado de 132 metros que se alza en el recorrido del río obligándolo a tomar forma de ‘S’.
Pero, además de esta construcción natural, el cauce del río Rhin a su paso por Alemania está poblado de fortificaciones que sirvieron de vivienda, defensas y punto de vigilancia de nobles alemanes a lo largo de los siglos.
Uno de los más lindos es, sin duda, el Castillo de Marksburg, que puede presumir orgullosamente de ser el único que nunca ha sido destruido ni conquistado. Construido en el siglo XIV, según avanza su crucero por el Rhin, irá descubriéndose ante sus ojos. Su impresionante torre y sus almenas le llevarán a soñar con la época de los caballeros medievales.
El Castillo de Sooneck, del siglo XIII, es otro de los que podrá divisar. Se trata de una fortaleza medieval que fue utilizada tanto para defender la zona como lugar de descanso durante las cacerías de los nobles de la zona.
Otra de las grandes fortalezas que podrá divisar mientras navega por el Rhin es el Castillo de Rheinstein, uno de los mejores ejemplos de reconstrucción de una fortaleza románica que podrá divisar. Se levanta sobre un espolón de roca sobre el río, lo que lo hace fácilmente visible desde el crucero.
Otra construcción que llamará su atención es la estación de peaje de Pfalzgrafenstein. Su ubicación, a la orilla del río Rhin, facilita que pueda ver todos los detalles de esta edificación, que sirvió como peaje hasta 1866.
Dos castillos que le sorprenderán son el de Katz (gato) y el de Maus (ratón). Reciben esos sobrenombres porque los habitantes de la zona decían que la fortificación de Maus iba a ser devorada por el fuerte de Katz. Son dos ejemplos perfectos ejemplos de fortalezas medievales, aunque de distintos estilos. Mientras el Katz luce elegantemente con sus torres coronadas por tejados azules al borde del acantilado, el castillo de Maus se presenta más sobrio, aunque se trata de una de las construcciones más complejas técnicamente de la época en la que se levantó.
Prácticamente enfrente del castillo de Katz se encuentra el de Rheinfels, del que hoy se pueden sus ruinas. A pesar de este estado de conservación, desde su crucero por el Rhin podrá intuir su estructura, con sus múltiples almenas y torres.
El Castillo de Schönburg será uno de los que más le sorprenda por su belleza. De hecho, es uno de los pocos que se ha reconvertido en hotel. Destaca su pared de ladrillo bordeada por una gran cuadrada y otra circular de piedra, lo que hace resaltar el contraste del color rojizo de la primera con los tonos más apagados de las otras dos.
Pero estos no son los únicos castillos que se podrá encontrar mientras navega por el Rhin. A su paso también podrá contemplar otras fortalezas, como el Castillo de Lanhneck, el Palacio de Stolzenfels, o la Fortaleza de Ehrenbreitstein.