Cruceros fluviales por el Danubio
Un crucero por el Danubio es un paseo por la historia y la naturaleza. El recorrido del Danubio le llevará a dos de las grandes ciudades imperiales, Viena y Budapest, pero también a conocer otras localidades en las que el siglo XIX dejó su huella como Bratislava, Belgrado o Krems. Y también le llevará a disfrutar de románticos paisajes, con sorpresas a cada recodo que supere este gran río de Europa.
Su crucero por el Danubio comenzará en la ciudad alemana de Passau. Allí podrá observar una maravilla de la naturaleza: la confluencia de tres ríos, Danubio, Eno e Ilz –por eso se la conoce como la ‘Ciudad de los tres ríos’- con la combinación de sus aguas de diferentes colores. La ciudad cuenta, además, con atracciones turísticas por las que podrá recorrer su historia.
Disfrute de un día de navegación a bordo de un lujoso crucero haciendo uso de los variados servicios –sauna, spa, gimnasio, masajes, juegos- y deje que su vista se relaje observando lindos paisajes de bosques y campos infinitos hasta llegar a Budapest. El río divide en dos esta ciudad imperial, dando lugar a sus dos grandes zonas: Buda y Pest. Aproveche la oportunidad que le ofrece su crucero por el Danubio para conocer esta hermosa ciudad y sus grandes atracciones turísticas: el Parlamento, la Ópera, la Catedral de San Esteban, el Bastión de los Pescadores y muchas más.
La siguiente etapa de su aventura será el llamado ‘Iron Gate’, una garganta natural a la que ha ido dando forma el río. Los paisajes alrededor de estos ‘estrechos’ cañones –en algunas zonas el río sigue teniendo más de 2 kilómetros de ancho- harán las lindezas a su vista.
Su siguiente parada en un crucero por el Danubio será la capital de Serbia, Belgrado. Es una de las ciudades más antiguas de Europa, con más de 7.000 años de historia que se atestiguan sus numerosos lugares de interés turístico –muchos de ellos reconstruidos tras la Guerra de los Balcanes-. No deje de visitar la Iglesia de Macos, el Museo Nacional de Serbia o el Teatro Nacional. Además de otras atracciones turísticas que son muestras de su historia más reciente como el Mausoleo de Tito, llamado Kuća cveća –literalmente, casa de flores-. No deje de pasear por la Plaza Nikola Pašić o por el parque de Košutnjak.
Su recorrido por el Danubio le llevará hasta el puerto húngaro de Mohacs. Desde allí podrá realizar una excursión a la ciudad de Pecs, una de las ciudades más grandes país y cuyo centro histórico merece una visita. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en sus calles podrá encontrar algunas de las mejores muestras del arte otomano que existen hoy en día.
Una vez de vuelta al crucero, el Danubio le llevará plácidamente hasta Bratislava, la capital de Eslovenia. Anímese a dar un paseo por las calles de esta ciudad de cuento de hadas, deslúmbrese por sus palacios, iglesias y museos. Y, si lo desea, acérquese a los pies de los Cárpatos para conocer los típicos pueblos eslovacos en los que podrá degustar el magnífico vino de la zona.
Su crucero por el Danubio continuará para llegar a la que es una de las tres grandes capitales imperiales: Viena. La capital de Austria es un museo en sí misma: desde sus diferentes palacios –El Palacio Schönbrunn, el Palacio Hofburg y el Palacio Belvedere- hasta el Parlamento austríaco, pasando por la Opera, el edificio del Ayuntamiento y sus maravillosos parques. Todo en la ciudad emana elegancia y lujo. Si lo desea, aproveche la ocasión para asistir a un concierto de música clásica, una experiencia que, sin duda, no olvidará en su vida.
Aunque a lo largo del recorrido del Danubio que llevará realizado habrá podido disfrutar de algunos de los paisajes más bonitos que pueda imaginar, aún le espera lo mejor. La zona del Valle de Wachau, que cuenta con el título de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. A lo largo del transcurso del crucero por este valle podrá admirar verdes prados, pintorescos pueblos, castillos y monasterios que se alzan ante su vista.
Una vez arribe en Melk, la última ciudad en su recorrido por el Danubio, no pierda la ocasión para visitar Durnstein, un típico pueblo austríaco en el que podrá admirar la arquitectura del país, sus hermosas casitas y rememorar la historia de Ricardo Corazón de León, ya que el monarca británico estuvo preso en el castillo de la ciudad. Además, visite la Abadía de Melk, una importante abadía benedictina de estilo barroco. Tanto su biblioteca como su iglesia merecen que les dedique toda su atención.