Split
Split, Croacia, es una de las ciudades que más le sorprenderá en su viaje a este país a orillas del Mar Adriático. Su impresionante pasado está presente hoy en día en sus calles a través de los vestigios griegos, romanos y de épocas que aún se conservan, y siempre con el nexo común de estar ligada al mar.
Un recorrido por sus calles empedradas le llevará a descubrir las joyas de Split, pero también le sorprenderá su luz, sus maravillosas playas y su puerto. Una visita turística por la ciudad le llevará a conocer su pasado medieval. El Palacio Diocesano es una de las primeras paradas que deberá realizar. Dentro de su espectacular fortaleza se conserva el Templo de Júpiter, que fue integrado en la estructura del baptisterio de la Iglesia de San Juan.
Este palacio, que fue construido por el emperador romano Diocleciano, es una de las obras más destacadas de la última etapa de la arquitectura romana. Pero, no sólo podrá ver en él muestras de esta época, sino que, además, podrá contemplar los elementos clásicos junto con muestras del arte paleocristiano, bizantino y medieval. Párese para disfrutar de la visión de la vida de la ciudad transitando por sus cuatro puertas. En el interior está la Catedral de San Domnio, en la que destaca su campanario de estilo románico-gótico y sus impresionantes puertas de madera ilustradas con imágenes de la vida de Cristo.
Este conjunto palaciego es el centro del bello casco antiguo de Split, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, pero cuenta con otras joyas que deberá visitar. El edificio medieval del Ayuntamiento de Split, en pie desde el siglo XV; el Convento de los Franciscano, que cuenta con refinado claustro gótico; o las pequeñas iglesias y palacios que forman el paisaje de la ciudad y que dan cuenta de distintos estilos arquitectónicos, son otros puntos de interés que deberá descubrir.
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