Qué ver en Florencia
Hablar del Renacimiento es hablar de gran parte de las atracciones turísticas que hay que ver en Florencia. La ciudad, capital de la Toscana, es una de las cunas mundiales del arte, en todas sus expresiones: pintura, escultura y arquitectura. Y su nombre está unido al de los grandes creadores del siglo XV: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Botticelli, Dante...
Aunque sus orígenes se remontan a la época romana, vivió su edad de oro con la llegada de los Médici al gobierno de la ciudad, en el siglo XV. Esta familia de nobles italianos se dedicó a patrocinar a los principales artistas de la época y fueron grandes coleccionistas del arte del momento, dando lugar a la coleccion que hoy puede contemplarse en la Galería Uffizi.
Esta junto con la Academia es uno de los principales centros artístico de Florencia, aunque no los únicos. En la Academia se puede admirar el David de Miguel Ángel, la obra maestra de este gran artista y que se ha convertido en la máxima expresión del Renacimiento.
Esta obra fue trasladada a la Academia en 1910, anteriormente estuvo situada en la Plaza de la Signoria, donde se encuentran algunos de los secretos mejor guardados de la ciudad. Entre ellos, el Palazzo Vecchio, el que fuera sede del gobierno de los Médici, con su Torre di Arnolfo, que sobresale del resto de edificios por sus 95 metros de altura. Junto a este destacan la Loggia dei Lanzi, cuyo pórtico se ha convertido en todo un museo al aire libre en el que se pueden contemplar algunas de las esculturas que formaron parte de la colección de los famosos nobles italianos: el Rapto de las Sabinas de Giambolgna y el Perseo de Cellini como principales protagonistas.
No son las únicas estatuas que se pueden contemplar en esta plaza: Hércules y Caco; Polissena, Nesso e Il Centauro son algunas de las que se pueden ver junto a la colosal Fuente de Neptuno y a las reproducciones del David de Miguel Ángel, el Marzocco y la Guiditta e Oloferne de Donatello, cuyos originales se trasladaron a espacios cerrados por su alto valor.
Una visita guiada por Florencia le llevará hasta la Basílica de Santa María dei Fiore, la catredaral de la ciudad. De ella, destaca por encima de otros elementos su grandiosa cúpula. Diseñada por Brunelleschi es una obra maestra del arte gótico y del primer Renacimiento. Y no es para menos dadas sus dimensiones (45,6 metros de ancho y 37.000 toneladas métricas que contienen 4 millones de ladrillos) y su forma: una linterna asentada sobre una base octogonal.
La fachada de esta catedral también es de admirar, se trata de un pórtico neogótico construido utilizando mármoles de tres colores: blanco, verde y rosa. Cuenta con tres puertas de bronce tallado en las que se puede deleitar viendo escenas de la vida de la Virgen y que son de tal belleza que el propio Miguel Ángel las definió como "las puertas del paraíso". Los apóstoles e imágenes de distintos artistas florentinos completan la la decoración de esta fachada.
En el mismo edificio está el maravilloso Campanile de Giotto, una obra maestra de casi 85 metros de altura cuidadosamente decorada con distintos elementos en función de sus niveles. Y no le falta de nada: desde medallones hexagonales, hasta diamantes representando los planetas, estatutas de los distintos profestas y una terraza a la que se llega tras subir sus 441 escalones y desde la que se puede disfrutar de una de las mejores vistas de los tejados de Florencia.
No se puede abandonar la ciudad sin visitar el famoso Puente Vecchio. Se trata del puente más antiguo de Florencia, construido en la Edad Media, y el único que permaneció en pie tras los bombardeos que cayeron sobre la ciudad durante la II Guerra Mundial. Destaca por las tiendecitas y puestos que se encuentran sobre él. En sus orígenes se cree que eran tiendas de peleteros, que fueron sustituidas por los establecimientos de joyeros.
Si áun se ha quedado con ganas de ver más arte, no olvide pasarse por algunos de los numerosos museos de la ciudad. Además de la citada Academia, puede visitar la Galería Uffizi en la que encontrará obras de Giotto, Botticelli, Mantegna, Rafael, Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y otros artistas italianos, y también una sección importante con obras de artistas flamencos y alemanes como Dürer, Rembrandt y Rubens. O las Capillas de los Médici, en la Basílica de San Lorenzo, cuya nueva sacristía fue diseñada por Miguel Ángel.
Los mercados son otro de los atractivos de Florencia. Pasear por el mercado de la Paja o por el de San Lorenzo puede ofrecer la oportunidad ideal para encontrar recuerdos fabricados en seda o cuero, entre otros objetos.
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