Gante, Bélgica
En las calles de Gante, Bélgica, se respira el auténtico ambiente flamenco. Toda la ciudad es un monumento que rebosa historia y arte a partes iguales. Adéntrese en su pintoresco centro urbano para sumergirse en la Edad Moderna Europea.
Durante los siglos XV, XVI y XVII, Gante fue una de las ciudades más importantes de Europa, incluso el gran emperador Carlos V, que conquisto medio mundo nació en esta plaza de Flandes. Hoy día, muchos de sus edificios, sobre todo sus tres espectaculares torres, recuerdan el glorioso pasado de la ciudad.
Una de las atalayas que dominan la silueta de Gante, Bélgica es la Torre Belfort, que cuenta con 91 metros de altura. Este campanario, que es uno de los más grandes del mundo, forma parte del conjunto de campanarios y torres de Francia y Bélgica declarados Patrimonio de la Humanidad. En su interior se guardaba la campana Roland, un auténtico símbolo de la libertad en Flandes, ya que sonaba cada vez que los enemigos se acercaban a la ciudad.
Otra de las torres que sobresale en el perfil de esta ciudad belga es la de la Catedral de San Bavón. Este edificio medieval mezcla en su arquitectura elementos del románico y el gótico. Su aspecto exterior está dominado por el impresionante alminar de 90 metros, pero su interior guarda un auténtico tesoro medieval: La adoración del cordero místico, un políptico de los hermanos Van Eyck, cuyo detallismo y maestría le dejará boquiabierto.
La Iglesia de San Nicolás posee la última torre de la triada que se perfila en Gante. Este torreón es una linterna natural que permite la entrada de luz en el templo y consigue una iluminación natural espectacular. No pase la ocasión de entrar en la iglesia y deleitarse con el espectáculo luminoso que supone la visita al templo.
La mejor vista de estas tres torres y el resto de edificios de la ciudad flamenca se tiene desde el Puente de San Miguel, sobre el río Lys. No olvide llevar su cámara de fotos para inmortalizar esta impresionante silueta, una de las más bellas que podrá encontrar por Europa.
Precisamente, a orillas del río Lys podrá descubrir más tesoros de Gante, Bélgica. Los muelles que se levantan junto al río fueron, en otro tiempo, el motor económico de la ciudad. A su alrededor se empezaron a construir las casas gremiales, unas de las construcciones más encantadoras de la urbe.
Destaca el Muelle de las Hierbas, donde antaño arribaban las mercancías agrícolas. A su alrededor descubrirá un entorno especial plagado de pintorescos edificios que en otro tiempo fueron casas gremiales y almacenes. Cada uno de ellos tiene su propia historia, que podrá descubrir al pasear en Gante.
El ayuntamiento es otro de los edificios históricos de la ciudad que merece la pena contemplar. Consta de dos fachadas contrapuestas que dan a distintas calles. La más antigua es de estilo gótico flamígero y está decorada con espectaculares estatuas colocadas en sus hornacinas. La más “moderna”, es del siglo XVI y tiene un sobrio estilo renacentista italiano.
Por último, otro de los edificios de Gante, Bélgica, que no puede dejar pasar es el Castillo de los Condes de Flandes, la única fortaleza medieval que existe en toda la región flamenca. Le parecerá que este castillo en medio de la ciudad está sacado de un cuento de hadas, ya que posee todos los elementos propios de los castillos de leyenda: torreones, gruesos muros de piedra e incluso un foso lleno de agua.
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