Galway, Irlanda
Hay quien dice que Galway, Irlanda, es la ciudad más auténtica de la isla, donde uno se puede sumergir en el ambiente animado de pubs, bares y tradiciones pintorescas. Galway no solo es una ciudad vibrante que merece la pena visitar, también es el perfecto punto de partida para alguna de las visitas más importantes del país y, por tanto, imprescindible para los viajeros.
La ciudad se haya en medio de la Bahía de Galway, que contiene numerosos tesoros naturales, entre los que destacan los Acantilados de Moher. También se encuentran, acunadas por este golfo, las Islas Aran, donde sus habitantes aún conservan intactas las tradiciones más típicas irlandesas.
Desde Galway también podrá descubrir la Abadía de Kylemore, uno de los lugares más encantadores de Irlanda, enclavada en un precioso paisaje natural que combina perfectamente con su estilo neogótico.
Galway es una ciudad portuaria y universitaria, con lo que el ambiente animado de los pubs y bares está más que garantizado. Alrededor del puerto encontrará numerosos locales en los que degustar una buena pinta de cerveza y, si hay suerte, disfrutar de una fiesta irlandesa. No olvide tampoco pedir el manjar típico de esta región, las ostras.
Le sorprenderá saber que Galway, Irlanda, tiene una curiosa relación con España. Esto se debe a que, durante siglos, los marineros españoles han acudido a esta ciudad para ejercer la pesca en los caladeros cercanos. Hoy en día aún perdura esta relación con España en los nombres de algunos edificios, como el Spanish Parade –el desfile español, que hace referencia a la lonja-, o el Spanish Arch, el arco español, que es parte de la antigua muralla de la ciudad.
Precisamente el Spanish Arch es uno de los lugares más pintorescos de Galway. Desde aquí se disfruta de una vista pintoresca del puerto, que le remontará a la época en la que esta ciudad irlandesa era el centro de la pesca del salmón. De hecho, no muy lejos de este arco, paseando por un apacible camino, encontrará el Puente del Salto del Salmón, que recuerda su tradición pesquera y permite disfrutar de unas preciosas vistas del mar.
Aunque contemplar la bahía de Galway con los barcos pescando pueda ser una delicia, no pierda la oportunidad de internarse en la ciudad para descubrir alguno de sus edificios más históricos. Es el caso del Castillo Lynch, un edificio medieval –de hecho, el único edificio de la Edad Media que se conserva en la ciudad, aparte de las iglesias-. En su origen fue la sede de la Familia Lynch, uno de los linajes más importantes de la ciudad durante el siglo XIV. A pesar del cambio de la ciudad a lo largo de los siglos, el Castillo Lynch es el perfecto ejemplo de un edificio histórico inmerso en una ciudad moderna con total armonía.
En cuanto a los templos, que no pueden faltar en una visita a esta ciudad, cabe destacar la Iglesia de San Nicolás, de estilo gótico. Curiosamente, este edificio debe su origen a la familia Lynch, que financió las obras de construcción en el siglo XIV. La Iglesia de San Nicolás de Galway es el templo medieval más grande de Irlanda.
También destaca la Catedral Católica de Galway. No se trata de un edificio histórico, ya que fue construido en los años 50 del siglo XX, sin embargo, destaca por su estilo ecléctico, su tejado verde y el trabajo con el mármol de la región de Connemara, es una delicia para los amantes del arte.
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