Fiordos noruegos, la belleza del norte

Los fiordos noruegos son unos de los paisajes más espectaculares que podrá encontrar en Europa. En estas enormes lenguas de agua funden el ambiente marino y terrestre con una belleza sobrecogedora. Al viajar a Noruega es imprescindible visitar alguno de estos tesoros naturales que suponen los principales atractivos de la naturaleza en el país.

Uno de los fiordos noruegos más conocidos es Lysefjord, el fiordo claro. Su nombre es debido a las impresionantes paredes de granito blanco que podrá encontrar en sus orillas. Estas gigantescas paredes verticales pueden llegar a superar los 500 metros de altura, alzándose directamente desde el agua.

Precisamente sobre una de estas paredes encontrará el principal atractivo del Lysefjord, el Preikestolen, o “púlpito”. Se trata del mirador más conocido de los fiordos de Noruega, que ofrece una panorámica espectacular del fiordo en sus 600 metros de altura, con las montañas y paredes de alrededor. Merece la pena la caminata que le llevará hasta el Preikestolen y que le permitirá sumergirse en la naturaleza nórdica.

Otro de los fiordos noruegos más famosos es Sognefjord, el fiordo de los sueños. Cuenta con más de 200 kilómetros de recorrido en el interior de la tierra, lo que lo convierte en el fiordo más grande de Noruega y el segundo del mundo. Es además uno de los más profundos, con unos 1.300 metros. Gracias precisamente a esta profundidad alberga numerosas especies marinas, como las focas.

Anímese a embarcarse en un crucero a través del Sognefjord, que le permitirá disfrutar del paisaje de alrededor, cubierto de un intenso verde y de la fauna marina que se oculta bajo las aguas. Además, podrá descubrir lugares con un encanto espectacular, como Fjaerland, un pintoresco pueblo de pescadores con pequeñas casitas de madera.

También podrá navegar por el Nærøyfjord, el brazo más estrecho del fiordo de los sueños. En su punto más estrecho apenas llega a superar los 250 metros de anchura, pero esto le permitirá sumergirse en el paisaje singular. Contemple desde la superficie las enormes paredes que superan los 1.000 metros de altura y que le harán sentirse sobrecogido.

Geranjerfjord es otro de los fiordos noruegos que no podrá dejar de visitar. Está declarado Patrimonio de la Humanidad, no solo por su preciosa belleza paisajística –que sin duda la tiene-, sino por conjugar en su orilla la actividad humana y la naturaleza. Podrá encontrar en las verdes colinas que rodean el fiordo un sinfín de alquerías y casitas de pastores, abandonadas hace largo tiempo, pero que siguen acrecentando la belleza del paisaje.

Por último, otro de los fiordos noruegos que debe visitar es Hardangerfjord, el segundo fiordo más grande de Noruega y tercero del mundo. En el paisaje de esta enorme ría se sorprenderá al notar los árboles frutales que, gracias a su floración, dan una colorida nota sorprendente a la belleza de los fiordos noruegos.